Desde el área artístico
comunicacional participar en los actos escolares correspondientes al Día
Nacional de la Memoria
por la Verdad
y la Justicia y al Día del Respeto
a la Diversidad
Cultural fueron dos momentos para aprender a
detenernos, detenernos en la memoria, en
ese espacio que nos permite resignificar
(volver a dar sentido, valorar) lo que hoy tenemos, tomar
conciencia de lo que aún falta por realizar. En síntesis: resignificar esos espacios de participación y construcción colectiva que hacen a nuestra
identidad cultural.
Visto así, los actos
escolares son un hito dentro del proceso de enseñanza aprendizaje áulico que
implican despertar el interés, como siempre, en la participación. Esto supone
planificar la actividad poniéndonos a pensar creativa y contextualizadamente
qué acciones realizar tanto previa como durante y después del acto.
Es por eso
que desde las materias Educación Estética, de 1º a 3º año, y Sistemas de
representación nos propusimos, al participar en los actos, que la acción sobre el fenómeno “acto
escolar” fuera la protagonista como una manera de despertar el compromiso,
tanto de los actores responsables de la acción como la de los participantes al
acto.
Así, para conmemorar el Día
Nacional de la Memoria
por la Verdad
y la Justicia, en Ed. Cívica, Ed. Estética y Sistemas de
Representación estuvimos trabajando desde que empezó el año sobre estos temas y
sobre la función social del arte para representarlos.
Retomando la idea de
realizar gestos que nos permitan construir entre todos una memoria que está viva
(porque hay alguien ¡vivo! que recuerda), los chicos de 3º plegaron avioncitos de papel como metáfora de
los “vuelos”. Con ellos hicimos una
intervención en el SUM esa semana.
El día del acto, después de
ver videos documentales y de obras artísticas relativas a este tema, los chicos
de 3º diseñaron una acción artística para
que participaran todos. Le pedimos, a cada uno, que escribiera en uno de los
avioncitos una palabra o frase que
representara un sueño, un proyecto o
un deseo para compartir. De esta manera, entre todos realizamos una acción
sutil, chiquita; recordando a todos los que no están y no pudieron cumplir sus propios
sueños, sus proyectos; pero teniendo muy
presentes los proyectos que tenemos por alcanzar. De esta manera “los vuelos de
la muerte” se resignificaron en “vuelos de la vida”, de memoria activa, de
futuro y esperanza (porque mirar atrás, recordar, mantener la memoria presente,
es una de las posibilidades de mirar y construir futuro). Dejó de ser un hecho
que les ocurrió “a ellos”, los del pasado “remoto” (por la distancia de
tiempos, edades, para los alumnos) para dar lugar al “nuestro” ya que, como expresó
Belén Marengo (3ºB):
“Esto es algo que pasó en la Argentina, a
nuestros padres, abuelos y profesores hace unos pocos años y que todos juntos
tenemos que evitar que vuelva a pasar.”
Para
el acto del Día del Respeto a la
Diversidad Cultural, con primer año y la profesora Victoria Urbini, pensamos en un gesto que
nos permitiera abordar la temática de la fecha pero no quedándonos sólo en el
pasado sino, sobre todo, en qué pasa hoy con el respeto a la diversidad
cultural.
Decidimos trabajar a partir de la canción Latinoamérica, de Calle 13. Vimos el
video oficial, analizamos la letra, la estética del video, cantamos y bocetamos
un mural a partir de las imágenes del video. Nos preguntamos acerca qué implica
ser latinoamericano y cuánta conciencia tenemos acerca de esto. Descubrimos que
nos sentimos más argentinos que latinoamericanos, que pareciera que
Latinoamérica es el resto del continente, que empieza más allá de la Capital Federal.
Trabajamos sobre la diversidad y el respeto en la
dinámica del aula, entre compañeros, abrimos el diálogo a que pudieran expresar
con confianza y respeto las situaciones y vínculos en que sienten que la
diversidad no es respetada.
Luego, entre todos, armamos un collage que se montó
“en vivo” el día del acto, mientras se proyectaba el video de la canción.
El mural-collage será expuesto en el
“Despertando…2013” en la sección primaria para que pueda ser apreciado por
todos y la instalación de “Vuelos de la vida” podrá ser completada, con
mensajes, en la muestra “30 años de democracia” que organiza el Área de
Ciencias Sociales.
Así, pensar en un acto escolar dio por resultado
esos pequeños gestos artísticos que resignifican esos espacios de participación y construcción colectiva que
hacen a nuestra identidad cultural, de manera activa, creativa, presente y
haciéndonos protagonistas de la construcción de la
memoria viva.
Porque, pensar es,
indefectiblemente, un hecho revolucionario. Un hecho que cambia a las personas
y a la sociedad. (Leticia Colombi – 3ºA)
Prof. Silvana Sagripanti y Gabriela Muollo
[1] Pensar es un hecho revolucionario es el título de la obra de Marie Orensanz
emplazada en el Parque de la
Memoria.
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